sábado

desesperación


cuando nuestras vidas empiezan a tornarse un poco dramáticas no sabemos cómo reaccionar. que desaprobamos un curso, que terminamos con el novio, que nos quedamos sin trabajo, etc. estamos al borde de la desesperación y quién sabe de la locura. todos nuestros sueños frustrados, lo que queríamos, lo que más apreciábamos, o por lo menos lo que nos hacía falta para seguir se ha ido. sale a relucir esa impotencia de no poder hacer nada, de saber que lo que hacemos no es suficiente, o eso creemos. sentimos que no existe nadie a nuestro alrededor que nos apoye, que nos anime, nos hace falta cariño. y vas cayendo...
¿cuándo es que te das cuenta que es demasiado profundo? ¿cuándo es que sabes que tu dolor se empieza a convertir en una tortura hacia ti mismo? ¿cuándo simplemente ya no puedes más? y la respuesta para mí es que: en la desesperación no existen los límites. pero SÍ existen los amigos, que no te diste cuenta porque estabas demasiado nublado con tu pared de problemas, que no te diste cuenta porque en lo único que pensabas era en ti. que no te diste cuenta porque tal vez simplemente no quisiste darte cuenta, porque pensabas que la única solución era sufriendo, llorando, reprimiendo. y quién sabe dónde pudiste terminar.
es en el momento menos inesperado en donde puedes empezar por coger el teléfono y llamar a la última persona que llamarías, pero solo porque sabes que puedes confiar en ella, que siempre estuvo a tu lado, que nunca, NUNCA te va abandonar, y que por sobre todas las cosas, te quiere.

pd: lo escribí hace semanas, pero quería publicarlo hoy.

2 comentarios: